miércoles, 4 de noviembre de 2015

LA GRIETA

Ellos aún no lo sabían pero su pequeño y cuidado paraíso empezó a derrumbarse el día en que se produjo aquel terremoto, apenas perceptible, que abrió una insignificante fisura y lo fragmentó en dos. Cada uno permaneció a un lado, enfrentados, a la vez tan cerca y tan lejos.
Al principio transitaban de un lado a otro sin ningún esfuerzo, como si no existiera, sin embargo a medida que por ella se filtraban sueños e ilusiones, la grieta se hacía cada vez más visible.
A veces tendían pasarelas entre una y otra orilla que cruzaban con cierta facilidad, lo que daba una sensación de naturalidad a sus vidas.
Nuevas sacudidas, arrastraron dentro de la grieta, la complicidad, la confianza… aumentando la distancia entre ellos. Cada vez era más difícil superarla, aunque con tesón, esporádicamente, uno lograba cruzar al lado del otro.
El cansancio, la monotonía, el egoísmo… la fueron convirtiendo en un profundo abismo que engulló el deseo, las palabras…Tender puentes se convirtió en una tarea tan titánica que cuando uno o ambos lo intentaban, desistían derrotados por dificultades insalvables y el intento fracasaba.
Cuando La Grieta engulló el respeto, todo el afecto y el amor que un día sintieron desapareció. Al unísono se dieron la espada y cada uno por su lado, ignorándose, fueron al encuentro de una nueva felicidad.
Noviembre 2015

                                                   Ilustración : Paula Castrodeza Carretero