martes, 10 de febrero de 2015

ESAS MANOS QUE ACARICIAN


ÉL ama esas manos que hablan, esas manos que acarician, que miman, que cuidan…

…Todo comenzó hace casi tres décadas. ELLA llegó a clase a medio curso, era “la nueva”, una niña corriente, de piel cetrina y a la que apenas se la entendían unas pocas frases con un fuerte acento árabe.
ÉL era un niño tímido, el más tímido de la clase y en cuanto la vio quedó cautivado por sus manos, esas manos que eran capaces de expresar  lo que su idioma le impedía.
ÉL se sentaba a su lado, la acompañaba en el recreo y a su casa, hacía cualquier cosa para ayudarla, pero también para estar con Ella.
ELLA al principio le rehuía pero poco a poco fueron inseparables.
Crecieron y ELLA se convirtió en una hermosa muchacha, de ojos negros  almendrados, de pelo azabache y una suave piel de color tostado.
ÉL cada vez más tímido, no sabía cómo expresarle su amor, la creía inalcanzable y fueron las manos de ELLA las que lo hicieron y ÉL supo que ya nada podría separarlos…
…Ahora, ELLA ha cogido un puñado de tierra de su país entre sus manos.
Su País, al que ambos regresaron; ELLA por añoranza; ÉL  porque le parecía que fuese el suyo de tanto quererla a ELLA.
Querían tener hijos, educarlos allí, pero… ELLA aprieta esa tierra entre sus manos, la acerca a su pecho, la besa y la arroja a la tumba donde para siempre reposará su amado.

 Marzo, 2014     
Fotografía de J. Luis Juárez

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