sábado, 28 de febrero de 2015

TRES VARIACIONES EN TORNO A UN SUEÑO 2: BUCLE


Lo último que recuerdo es que conducía el coche de camino al trabajo. Y luego luces, solo luces…

No sé bien donde estoy, tendida sobre algo duro y estrecho. No puedo abrir los ojos aunque siento una potente luz a poca distancia. No puedo moverme. Sólo escucho el silencio…

Oigo pasos. Alguien con voz  melodiosa, masculina y joven, pregunta:

— ¿Ya le ha hecho efecto la anestesia a… Pilar?

¿Pilar? ¡Soy Clara!, ¡¡Clara Montero!!  Intento chillar, pero de mi garganta no sale ni un solo sonido.

La misma voz masculina consulta si ya me han rasurado, mientras oigo el correr del agua de un grifo, ¿por qué tienen que rasurarme? No puedo mover ni un solo músculo…

Oigo música. Reconozco la melodía. A Men’s Scene del Club des Belugas. Me gusta.

— ¿Otra vez esa canción, doctor?— pregunta una voz femenina.

—Sí, ya sabes que es mi favorita, me centra cuando me toca un tumor en el lóbulo temporal añade la voz que reconozco de antes y que ahora sé que es cirujano y… ¡Dios mío...! ¿Es a mí a quién va a abrir el cráneo? ¿Qué quiere buscar en mi cerebro? No puede ser.

—Enseguida acabo, doctor— escucho decir a otra persona. De pronto siento una maquinilla rasurándome  la parte derecha de la cabeza. Les grito: ¿Qué me hacen?, mi cerebro está sano. Mis cuerdas vocales siguen paralizadas. ¿Estaré muerta?

Cuando siento el bisturí haciendo una hendidura encima de mi oreja derecha, en ese preciso momento, siento el inconfundible sabor de las pesadillas y temblando…me despierto.

Es casi hora de levantarse. Me ducho, desayuno rápidamente y me encamino en coche al trabajo.
Febrero 2015

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