martes, 17 de febrero de 2015

RADIOMEMORIA



Rosario despierta perezosa de su siesta. Desde su butaca contempla sin demasiado interés el deambular de la gente frente a su ventana.

Una canción ronda por su cabeza y sin ser percatarse de lo que hace comienza a cantar: Yo soy aquel negrito del África tropical que cultivando cantaba…, mientras saborea mentalmente un buen tazón de Cola cao como los que le preparaba su madre.

Sonrió recordando los anuncios que escuchaba en la radio que  siempre permanecía encendida en su casa. Se vio sentada en la mesa de la cocina, acabando los deberes de la escuela mientras su madre preparaba la cena, esperando con ilusión que comenzara Matilde, Perico y Periquín, la historia de una familia española que vivía aparentando lo que no tenía –como casi todos-,  disfrutando con las travesuras del niño que siempre acababan con su padre diciendo amenazadoramente Periquín, guapo, ven aquí..

La somnolencia la invadió de nuevo, se resistió, su mente seguía escuchando la radio y esta vez su sonrisa estalló en una sonora carcajada, tan alta que ella misma se sobresaltó al oírla. Recordó el día en el que en  El Consultorio de Elena Francis se dio paso, por primera vez, a la consulta telefónica de una oyente. Dijo llamarse Manoli, estar enamorada de un vecino y que no sabía qué hacer para declararle su amor. La Sra. Francis la aconsejó que llegara hasta él conversando sobre otros temas, como por ejemplo su profesión, a lo que Manoli respondió: - Soy… sargento de la legión, ese es el problema, he nacido hombre pero soy mucha mujer.

Se preparó tal lio en el plató que hubieron de advertirle que las líneas estaban abiertas y doña Elena balbuceando pidió perdón a los oyentes por la “indeseable interferencia” que se había producido.

Durante días no se habló de otra cosa en el vecindario, entre carcajadas y alguna lágrima producida por las risas de la dichosa interferencia…

Vino también a su memoria Ama Rosa y Simplemente María que le hicieron llorar algún que otro día por las desgracias y desventuras que protagonizaban sus personajes… y también el programa Discos dedicados que ponían de moda canciones infinitamente repetidas después tras las ventanas…

Qué maravilla escuchar aquello de La sociedad española de radiodifusión presenta…, pensaba mientras dormitaba de nuevo…

Unos leves golpes en la puerta la sacaron de sus recuerdos, una joven se acercó a ella sonriendo,

    -   Hola abuela, ¿Cómo estás? - le dijo.

Rosario con la mirada perdida preguntó

-       Y  tú ¿Quién eres?
 

 
Junio, 2014
Imágenes: Google

No hay comentarios:

Publicar un comentario