Siempre
mirando al cielo, buscando en él sus nubes que en mis fantasías eran dragones,
unicornios, príncipes, piratas, brujas, hadas, ángeles, demonios… y subida en
esas nubes iba tejiendo historias, visitando lugares que solo existían en mis
cuentos…
—Niña, levanta, que te vas a poner
perdida— Esa frase u otra similar, en boca de mi padre o de mi madre ponían el
colorín, colorado a mí historia.
Tanto
me gustaban las nubes, que en las Ferias, siempre pedía un algodón de azúcar
rosa, que paladeaba despacio, muy despacio…, convertía ese cúmulo, rollizo y
esponjoso como una nube, en suaves cirros finos y plumosos que deslizaba sobre
mis labios. No quería que se acabase…
La
adolescencia me llevó a mirarlas erguida y en ellas veía todos los rostros del
amor.
Con
Él me subí en la nube de la pasión y en ella nos mecimos alejándonos de todo lo
demás, después… dejé de vagar por mis nubes para mirarlas desde sus ojos…
El
trabajo, los hijos…, me alejaron de ellas; no podía perder el tiempo mirando al
cielo, aquí abajo estaba mi sustento, mi cárcel, dorada, elegida, pero no por
ello menos cárcel. Solo las buscaba para “otear el tiempo” y sacar del armario
las prendas apropiadas.
Con
su independencia llegó la mía y he
vuelto a recuperarlas, sigo fantaseando con sus formas; me cobijo en su sombra
cuando hace calor; las rechazo cuando busco que un rayo de sol me bañe; me
emociono cuando se arrebolan al atardecer como el rostro de una adolescente
enamorada; de noche las busco cuando se recortan sobre la gran luna…
¡Ay,
las nubes, mis nubes…!
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwBOGU8PFuuYbjP8SSz8P4VZgZRz5HJzeSZt4NivUp8RQqE1L1OgG1LNTYGf6oVx6VvWjOgU3mOb0Z6bxRF5eFcBQzm0OMxf0pGPhzNUDIrLit5guwQA33uK1-KK4iQbiATsuf1fguCjI/s1600/17-+nubes...jpg)
— Mujer, ¿qué haces? ¿estás otra vez en
las nubes?— oigo decir a lo lejos a mi marido…
Verano
2014
Imágenes: Google
No hay comentarios:
Publicar un comentario